sábado, 28 de mayo de 2011

Sonetos de Shakespeare. Traducción: Carmen Vasco

Soneto 71
No me llores después de que haya muerto 
por más de lo que suene la lúgubre campana
anunciando al mundo vil que ya he partido
y en la tierra con gusanos tengo mi morada.
No recuerdes la mano creadora si lees
este verso; ciertamente tanto yo te amo
que en tu dulce corazón prefiero ser olvido
antes de colmarte tristemente de quebranto.
O tal vez, por ejemplo, si atiendes mis escritos
cuando ya la arcilla y yo estemos bien unidos
no pronuncies incesante mi desgraciado nombre
mas deja que tu amor con mi vida se termine.
            No vaya a indagar el mundo en tu quejido
            y de ti se burle por mí, que habré partido.


Soneto 18
¿Podré compararte con un día de verano?
Tú eres aún más amoroso y más templado.
El fuerte viento agita los brotes florecidos,
y el plazo del estío termina prontamente; 
el ojo del cielo brilla a veces muy ardiente,
y su piel dorada a menudo se oscurece,
toda la belleza se apaga en su momento,
por azar, o por antojo de la naturaleza;
pero tu eterno verano nunca mermará
ni perderá la hermosura, que es tuya,
y la muerte vanidosa no te hallará en sus sombras,
porque en líneas eternas tú creces en el tiempo.
            Mientras los hombres respiren y sus ojos vean,
            estos versos vivirán, y a ti te darán vida.
 
Soneto 43
Cuanto más entrecierro los ojos mejor veo,
pues durante el día miran cosas sin valor;
pero cuando duermo a ti te ven en sueños,
y opacos son lucientes siguiendo tu fulgor.
Así tú, cuya sombra a las sombras ilumina,
¡qué feliz espectáculo daría tu presencia
brillante en el día con tu luz mucho más clara,
si a ojos apagados tu destello tanto enciende!
¡Y tú bendecirías, sin duda, mi mirada
si pudiera verte en la vívida mañana
ya que en la noche negra la lumbre de tu imagen
los sueños atraviesa y en ciegos ojos queda!
          Hasta que te veo, cada día está en tinieblas,
          y la noche es día porque en sueños tú te acercas.


SONETO 55 de Shakespeare
Ni el mármol ni efigies de oro de monarcas
vivirán más que esta rima poderosa,
tú brillarás más luminoso en mis palabras
que la piedra tiznada por el sucio tiempo.
Cuando la inútil guerra derribe las estatuas
Y el tumulto arranque de raíz lo construído,
Ni Marte con su espada ni el veloz fuego de la guerra
quemarán el vivo recuerdo de tu memoria.
Contra la muerte y la enemistad del olvido
Avanzará tu paso, tendrán lugar tus loas
ante los ojos de la posteridad
que desgasta este mundo hasta el fin de los días.
Así, hasta que en el juicio te levantes
Vivirás en mis versos, habitante de los ojos del amor.

3 comentarios:

  1. muy lindos! te agradece Shakespeare desde el cielo u otra cual fuere su morada

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  2. Felicitaciones, Carmen. Al principio es como un refugio temporario, algo que detiene brevemente la lluvia. Después de un tiempo de haber permanecido allí, decorando paredes o eligiendo poemas, se transforma en hogar. Así sea.

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  3. Gracias Cl por tus queridas palabras; ya estoy corrigiendo cosas de nuevo ...

    Y Gerardo, sí espero que se me haga menos complicado el manejo de un bblog, pero quiero acostumbrarme a que sea mi hogar ... ése quiero encontrarlo en soporte papel!!! Un abrazo sentido.

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